Colina arriba, avanzamos hacia nuestro destino,
tambaleantes y algo aturdidos,
Como pequeños soldados.
Crecemos incesantemente sofocando nuestro propio
aliento y al fin contemplamos el abismo inconscientes
de nuestra propia altura,
Como pequeños soldados.
A tientas y algo torpes buscamos la senda de la mano
de un compañero, si cae yacemos con él,
Como pequeños soldados.
Si morimos, ellos miran, lloran, se lamentan
y siguén colina arriba,
Como pequeños soldados.




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